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Jeff Simpson
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Ahogado en el tiempo,
pidiendo un poco de tu sexo
jugando con los pliegues de tu falda,
oscuro misterio.
Desvelados sobre las noches
armando castillos oníricos
en los contornos de tu ser.
Sintiendo como mi esencia recorre
senderos nunca vistos
por aquellos callejones de placer,
profundo e intenso.
Frente a las miradas de las estrellas
cuando el calor de nuestros cuerpos
extrañan su silencio,
me enfrento a las verdades que nuestras ausencias despiertan:
¿No es acaso el color de nuestro encuentro,
una caricia que se rompe al hervor de las emociones?
Sentencia con cada llegada,
el deseo se vuelve provisorio
cuando en la jaula del tiempo,
cada una de nuestras miradas
destruyen nuestros sueños
Fulgores inciertos.
Y en cada uno de nuestros encuentros,
es difícil separarnos cuando en la alcoba,
nuestra esencia inventa nuevas maneras de seducirnos
y juega con abandonarnos en mares de fuego,
entre la arena de nuestro secreto,
Dulce secreto...
jugando con los pliegues de tu falda,
oscuro misterio.
Desvelados sobre las noches
armando castillos oníricos
en los contornos de tu ser.
Sintiendo como mi esencia recorre
senderos nunca vistos
por aquellos callejones de placer,
profundo e intenso.
Frente a las miradas de las estrellas
cuando el calor de nuestros cuerpos
extrañan su silencio,
me enfrento a las verdades que nuestras ausencias despiertan:
¿No es acaso el color de nuestro encuentro,
una caricia que se rompe al hervor de las emociones?
Sentencia con cada llegada,
el deseo se vuelve provisorio
cuando en la jaula del tiempo,
cada una de nuestras miradas
destruyen nuestros sueños
Fulgores inciertos.
Y en cada uno de nuestros encuentros,
es difícil separarnos cuando en la alcoba,
nuestra esencia inventa nuevas maneras de seducirnos
y juega con abandonarnos en mares de fuego,
entre la arena de nuestro secreto,
Dulce secreto...
(Mas imágenes de Jeff Simpson en: http://www.surrealsushi.com/)
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