Los Amantes- Remedios Varo (1963) |
Encerrados bajo los mares oníricos,
se encuentran entrelazadas nuestras almas cubriéndose
en hilos de tiempo y constancia.
Un encuentro traidor
delata las huellas que el dolor ha dejado,
por mostrar debilidad ante la ausencia
y que nos ha intentado borrar,
aquellas marcas mutuas e intensas.
en hilos de tiempo y constancia.
Un encuentro traidor
delata las huellas que el dolor ha dejado,
por mostrar debilidad ante la ausencia
y que nos ha intentado borrar,
aquellas marcas mutuas e intensas.
Reflejando en nuestras miradas las semejanzas,
es increíble como el silencio va pactando cada una de sus causas
haciendo de aquel rito,
una tertulia casi perfecta.
es increíble como el silencio va pactando cada una de sus causas
haciendo de aquel rito,
una tertulia casi perfecta.
Las caricias son un nuevo lenguaje
que se acompañan de acordes eclipsados
que se acompañan de acordes eclipsados
y que se hayan escondidos,
en cada uno de los rincones
de este secreto compartido.
en cada uno de los rincones
de este secreto compartido.
Mientras la sensualidad de nuestras sombras
van erradicando la luz de la
realidad
para sumergirse en la oscuridad de cada una de nuestras lunas,
nos vamos acercando poco a poco
y como un espejo, nos encerramos
en nuestros reflejos gemelos
que se construyen con los besos de cada noche robada
y cada barrera de añoranza quebrada.
Y durante este baile lejano,
en cada caricia y muestra de complemento interno
nos vamos derramando en un mar de sensualidad
que pretende capturarnos eternamente,
una habitación privada que servirá de nuestra última morada....
y donde sus paredes
sus uniones...
y los espejos,
nos vamos acercando poco a poco
y como un espejo, nos encerramos
en nuestros reflejos gemelos
que se construyen con los besos de cada noche robada
y cada barrera de añoranza quebrada.
Y durante este baile lejano,
en cada caricia y muestra de complemento interno
nos vamos derramando en un mar de sensualidad
que pretende capturarnos eternamente,
una habitación privada que servirá de nuestra última morada....
y donde sus paredes
sus uniones...
y los espejos,
sólo son
testigos de nuestros misterios y cobijos...
son dueños de nuestra pasión encarnada.
son dueños de nuestra pasión encarnada.
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