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ENTRADAS ANTIGUAS

26 mar 2016

No hay manera



Dante Guevara Bendezu-Pareja

No hay manera de remediar las heridas que provoco con las palabras.

No hay manera de que cambie mi percepción del mundo y del ser mismo.
No hay manera de arrojar mi esencia al marco de lo bien visto, de lo decente y permitido, ya que mi naturaleza es siempre ir en contra de lo que me dictan o abrir ese marco, lo suficientemente amplio, para moverme a mis anchas respetando sólo aquellas reglas que considere justas...


Tal vez no haya manera de callar los remordimientos que cargo cuando en vías de la ira, pienso de manera lejana, volar por otros rumbos sin tu compañía, aún escuchando tus palabras...tu gusto, tu pasión de construir sueños junto con los míos.
No hay manera de calmar aquellos instintos que te han generado decepciones, dudas y dolores, ya que mi naturaleza va más allá de todo placer permitido... y el sólo hecho de intentar callarlo es un suicidio a mi esencia...

Y a pesar de las pesadillas y caídas, de renunciar a las leyes de un Dios colectivo, de renunciar a la vida perpetua con un ser que se dice ser amado, dado que en el corazón humano, los reinados cambian con el tiempo y con los mandatos internos...puedo decirte, que dentro de estas palabras, las luchas que se libran día con día me llevan a la conclusión de que:
No hay manera de que cambie mi manera de idear juegos, detalles que te hagan expresar esa sonrisa que tanto me agrada.

No hay manera de que borre tan deprisa el hábito de escuchar tu voz profesando un amor tan puro que me emociona de una manera que pocas veces he podido expresar.
No hay manera de que borre toda una vida a tu lado, que clavada como un tatuaje se encuentra y se hace latente por medio de frases. En un devenir diario donde aspiro a tener tan siquiera, un poco de ese lado tan humano, noble y puro. De esforzarme para compaginar al Mr Hyde y al Mr Jerkyll que habitan en mi ser.

Y tal vez no haya manera de que borre de forma inmediata, todas esas noches a tu lado, todas tus caricias y comidas, todas esas charlas donde nuestras almohadas fungen de maquinas misteriosas dispuestas a satisfacer nuestros deseos y aspiraciones...tanto como pareja, como colegas, como cómplices, como poetas del raciocinio humano, como los dos excéntricos pseudoegocéntricos que enmascarados de nuestros triunfos, pretendemos tirarnos a matar pero, "sin hacernos daño grave". Curando nuestras heridas con una gota de pasión y complemento que sólo los amantes confabulados con la seducción sincera y un matrimonio en pañales suele tener...

Y como un Icaro que cayó al mar al sucumbir a los deseos de alcanzar lo inalcanzable, me propuse sin mantener una promesa coherente y consciente, de arribar a los confines de tu alma, de dejar clavado mi nombre en el libro de tus recuerdos...de amarte al grado de dejarme en la miseria emocional, para posteriormente revivir, con más pasión y retomar el vuelo con más fuerza y consciente de que el amor sin un toque de canibalismo, de voracidad, sencillamente no tiene lugar.

Y eso, amor mío, no hay manera de que se pueda borrar en tu ser, ni en el ser que armamos cada que nuestros cuerpos, mente y corazón se unen y dan lugar a esa magia difícil de expresar con palabras....

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