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| Desconocido |
Mírame,
capturado por tu veneno
sin poder abatir este sentimiento,
sin moverme
ante el temor que se asoma por tu noche.
Tan cerca
siento el fuego pasar
por mis manos,
por mis piernas.
Calcinando mis venas
sin clemencia
sin ninguna advertencia.
Intento
resistirme al lujo de tu piel, mujer.
arrancarte de mi cabeza,
un falso secreto
que recrea mi mente para hacerme ver independiente.
Y abatido al final
trato de ponerle un nombre a tu placer
que se esconde misterioso entre tus piernas,
consiguiendo con ello
una derrota definida.
Me reconozco vulnerable al lenguaje onírico de tu desnudez
que bendita entre las sombras,
murmura entre latidos,
lo vacío de enredarme en tu percance.
Dulce esencia que claudica todo intento
de abandonarte a la deriva.
Perfumado en la grandeza de tu perversión,
la noche cuelga sobre tu cuello.
Seducciones inundan mis pensamientos,
convirtiendo el ocaso de mi alma
en una fiesta creativa
cuya naturaleza nace en las raíces más oscuras de mi mente
y se transportan en quebrantos de una piel marchita
que se encuentra ansiosa de tu esencia,
de tu febril agonía.
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